Los famosos metros aprovechables y construidos de una casa siempre marcan una frontera entre lo real y lo ideal. Muchas de las partes de nuestros suelos no las llegaremos a pisar nunca porque estarán cubiertas de duchas, cocinas, armarios o lavadoras. Sin embargo hay un trocito, que a veces es muy pequeño, y otras es grande como un palacio, que algunos aprovechan para tender y otros para cultivar, y que en estas fechas más que nunca es cuando más se agradece: la azotea, la terraza y el balcón.
¿Cómo aprovechamos estos metros? ¿Son para nosotros espacio construido o espacio útil? Se puede hacer un uso común de las azoteas de un bloque de manera que sean metros aprovechables para toda una comunidad? ¿Cómo podríamos reactivar las azoteas de nuestros edificios?, ¿Cómo poner de acuerdo a una comunidad de vecinos sobre los posibles usos y diseñar colectivamente nuestra azotea?, Desde conocidas campañas de publicidad se nos muestra una visión un tanto idílica a cerca del uso y reactivación de espacios abiertos como las azoteas, los balcones y las terrazas, y parece que si tienes una terraza pero no la usas como elemento decorativo y social las estás desaprovechando.
Sin embargo hay múltiples usos que se le pueden dar a los espacios domésticos y vecinales al aire libre, que no necesariamente pasan por convertirlos en un espacio de relax o de jardinería si ese no es el objetivo. Sino que estos espacios pueden convertirse en un taller, albergar placas solares, tendederos de ropa o tener una sola sillita en medio de un balcón vacío que nos sirva únicamente para sentarnos al final del día y ver el atardecer.
Estas cuestiones se las han planteado el grupo Encajes urbanos, quienes se definen como “el trabajo realizado por un grupo de mujeres en el espacio público”. En Encajes Urbanos se plantean, entre otras cuestiones, el uso de las azoteas de una manera útil y a la vez alegre para todo el vecindario, de manera que no solo nos preocupemos por los balcones y terrazas que tenemos en casa, sino que seamos capaces de ampliar lo doméstico hacia lo vecinal. El objetivo de este proyecto es lograr que balcones, terrazas y azoteas tengan una vida y un uso individual y colectivo nacido de las necesidades de un grupo de personas, sin importar que tengan más o menos plantas, muchas o pocas hamacas o una o ninguna mesa a conjunto. Intentando que se usen y disfruten por todos los vecinos de un boque y que a la vez contribuyan al paisaje urbano de nuestro entorno.
Foto: encajes urbanos proyecto azoteas colectivas.