Casa 2

Capas de Tijeretas

Mi habitación tiene dos ventanas y un armario empotrado, pienso muchas veces que antes no tenía dos ventanas, no tenía armario y no era una habitación, sino dos o tal vez parte del salón. Lo que más me llama la atención es el armario, tan grande y tan poco funcional como meter la ropa en cajas. Me pregunto muchas veces en qué habrá habido dentro de él, en qué podría adivinar si supiese la cantidad de cosas que ha tenido dentro. Cómo organizaban sus cosas las personas que antes lo llenaron, por qué lo pintaron de rojo, después de blanco, después de verde, después de rosa, dejándome a mí que lo volviese de un blanco que es imposible que sea blanco total. Este armario tiene un nido de tijeretas que salen en verano, todavía no he podido encontrarlo, creo que salen de la madera que intenta sostener la parte superior, espero que no lo adivine cuando ésta se pudra por fin, se rompa el armario y se me llene la habitación de esos bichos que tanto odio.

Sales de (I) baño

sales de (I) baño

En nuestra casa no hay calefacción, calentamos cada estancia como podemos, la novedad de este año es la incorporación de dos estufas de butano, coincidiendo con el número de fallecidos a causa de ellas que salen en las noticias. No sabemos si es mejor pasar miedo o frío. Tenemos el mejor baño de la finca, dice el casero. Como novedad arquitectónica está en el mismo lugar que las cocinas del resto de viviendas del patio, las toallas nos huelen a guiso. Tenemos dos pilas sujetas al suelo por dos maderos, si uno se lava los dientes, la otra se puede lavar la cara. Lo malo es que si los maderos fallan y se rompen, se nos caerán las dos pilas sobre los pies. Pero tenemos el mejor baño de la finca, con un techo que según Gustavo recuerda a la capilla de Barceló, según yo decidió nevar en Navidad dejando caer toda la pintura. Ahora nos bañamos con sales de techo, la pintura no ha dejado de caer.

El cuadro post-borjista

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Éste es el cuadro que pintó Simone. Simone es un ingeniero italiano con vocación de artista que vino a Madrid a ser pintor. El final de su primera etapa en Madrid fue en nuestro piso y éste es el resultado. En recuerdo a Simone y sus ilusiones, nunca nos atrevimos a tirar el cuadro, a veces nos daba miedo y a veces nos daba risa. Un día yo me fui de nuestro piso a la letra de al lado, porque el piso estaba en mejores condiciones, con un baño con dos pilas, un armario enorme en mi habitación y con los techos mejor pintados. Dejé el cuadro de Simone con los vecinos, hasta que un día decidieron que ya había pasado demasiado tiempo en su casa y a bien llamaron al timbre. Cuál fue mi sorpresa al ver aquel horroroso cuadro frente a mi puerta y cuál mayor cuando a mi compañero de piso le encantó. Simone se volvió a Italia, puede que a ser ingeniero de nuevo, pero su cuadro, una mancha verde con unas gafas clavadas, lo mismo que aquel retrato de buena fé del Cristo de Borja, ahora está en el salón de mi casa. Ahora ya no sé si me da pena o me da risa, pero me gusta pensar en Simone y en sus ilusiones.

Lámpara paranormal

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Ésta es la lámpara del pasillo de mi casa. Una vez dio luz cálida y hacía que el pasillo pareciese un lugar amable. El año pasado celebramos un cumpleaños y decidimos cambiar las luces de la casa por bombillas de colores en plan burdel de los 80. Cuando volvimos a cambiar las bombillas no sabemos por qué, la luz se volvió fría. Al día siguiente estábamos en el salón cuando vimos parpadear una luz. Esa luz que en venganza de la fiesta se volvió fría y jamás deja de parpadear.

Proyecto inacabado

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Mi casa es una casa bonita, toda exterior, llena de luz y de buen ambiente. Siempre me gusta volver a ella. Pero nunca se sabe, después de 12 años, 16 compañeras, 8 compañeros y 10 casas, cuál será la siguiente, ni dónde estará. Así que mientras te encuentras gente diferente con la que vives, convives y aprendes, a veces salen proyectos como éste. Con la idea de dibujar, decidimos pedirle a la gente que pasase por la casa que nos colgase sus frases en este corcho del pasillo donde siempre parpadea la luz, para poder ilustrarlas. Todavía no hemos ilustrado ninguna, pero me gusta leerlas de vez en cuando, sobre todo una que dice: “mi plan es bailar hasta que todo se solucione”.